Por J.Conesa
Todo el mundo lo sabe, pero callan. Todo el mundo lo sabe, pero no denuncian. Callan porque no quieren acabar en listas negras, no quieren que su nombre circule entre aquellos que deben juzgar.
No denuncian porque aunque todo el mundo lo sabe, nadie tiene pruebas y ya se sabe….sin pruebas todo el mundo es inocente.
Yo mismo viví en propias carnes varios casos. El mas escandaloso fue en unas oposiciones en Valencia en los años 90 en las que fui superando las pruebas, pero el proceso estaba tan viciado que incluso fue objeto de noticia en los periódicos. Preguntas filtradas, el tribunal cambiando el examen a ultima hora, en fin un desastre. Tanto que decidí, avergonzado de lo que estaba pasando, dejar de presentarme a la última prueba estando aprobado y marcharme a los tribunales.
Salió sentencia varios años después. Y la perdí, según el tribunal que no entró al trapo de la denuncia porque yo mismo había perdido legitimidad en el proceso por marcharme del mismo voluntariamente.
Entonces ya, pero después también he sido testigo de las quejas, lamentos y protestas de decenas y decenas de personas opositoras que veían como las plazas ya estaban adjudicadas antes de empezar. Y no hacía falta echar los dados.
En 2007 cuando se aprobó el Estatuto Básico del Empleado Público y se acordó que los procesos serían desarrollados por “Órganos Técnicos de Selección”, de los que se sacaba a quienes representaran algún interés (confesable o no), algunos pensaron que se había dado un paso de gigante para acabar con tanta “parcialidad” y “opacidad”, pero no fue así.
La realidad es que todo ha venido a peor. Antes habían una serie de contrapesos con la presencia de diversos componentes que podían ser elementos de control y denuncia (la verdad es que pocas veces) pero se daba. Tras el EBEP ya no hubo ningún contrapeso en la composición del tribunal u órgano de selección.
No es que reclame aquello, no. No cabe recuperar algo que tampoco funcionaba bien. Yo fui victima de aquello. Pero lo cierto es que una vez definido en la Ley del EBEP lo que se quería ya nada mas se desarrollo, se supo, se hizo.
Y así nos encontramos con el panorama actual. No voy a generalizar, porque sería injusto. O sí.
Pero lo cierto es que “haberlos haylos” órganos/tribunales donde repiten los mismos vocales aquí o allá. Donde los asesores del tribunal son los mismos o con algún intermediario que los representa picoteando a lo largo de la geografía valenciana. Tener en cuenta que los tribunales los nombra el Sr alcalde o Sra alcaldesa, y no salen de “un sorteo” entre personas cualificadas, salvo honrosas excepciones como Valencia (¡hay alguien más ahí!). Pero incluso en este caso no supone ni siquiera la mitad de los miembros del órgano.
¿Y porque digo esto? ¿Por qué mi obsesión con el órgano de selección? Pues porque (sin ánimo de generalizar), se dice, se comenta que se da lo que viene a denominarse “compra venta de preguntas, de supuestos”. De tal manera que alguien puede tener con anterioridad gran parte de las preguntas o de los supuestos independientemente de las aportaciones que haya hecho cada uno de los miembros del órgano.
Estando aún Rita Barbera como alcaldesa de Valencia, conseguí colarme en un Pleno de esos que intervienen los vecinos y en nombre de una asociación de barrio me dieron la palabra (si lo hubiera solicitado como CCOO aun estaría esperando). Con mucho enfado de la Sra. pude dirigirme al Pleno denunciando todo esto y me tomaron por loco. Si tenía prueba de lo que decía que me fuera a los tribunales. ¡Siempre con el mismo cuento! Algún representante sindical que no había solicitado intervenir por escrito y siguiendo las formalidades, sin embargo, estaban allí y les dio la palabra para acabar diciendo los mismo. Que todo se estaba haciendo bien y que: si tenía prueba de lo que decía que me fuera a los tribunales.
Con la Ley 17/17 de Coordinación de Policía Local dimos un importante salto adelante incorporando una serie de condicionantes a la composición y funcionamiento de los tribunales/órganos que a fecha de 2020 aún esta por desarrollar y mucho me temo que pase como con lo del reglamento de funcionamiento del IVASPE que está en el cajón desde 1990, a pesar de que las tres leyes que han sido lo contemplan.
Al final, mi experiencia después de años y años, de darme contra la pared una y otra vez (en el expediente judicial de la causa de Alfonso Rus expresidente de la Diputación de Valencia también esta una conversación mía con él -a partir de escuchas policiales, según me cuentan- en la que le denuncio el funcionamiento de los tribunales de bomberos en el Consorcio) es que sólo una regulación estricta del nombramiento y funcionamiento de los tribunales/órganos de selección en orden a garantizar la transparencia, la objetividad y la imparcialidad podrá garantizar unos procesos sin sombra de duda.
En ello debemos seguir empeñados.
Ni siquiera así se acabará con el problema. La única solución que paliaría en gran medida y no del todo ese mísero pozo, sería un proceso gestionado directamente desde un único órgano autonómico, pero ya se sabe......la autonomía municipal es un gran avance de la "demogracia'.
ResponderEliminarToda la razón amigo.
ResponderEliminarPero como decían en mayo'68 francés. "Contra la creencia popular de que una mierda encima de un palo se cae sola"
Hay que estar dandole al palo.
ResponderEliminarNo hay que rendirse nunca.
Aún recuerdo cuando el asesor del concejal de Policía entonces, que luego fue concejal de Policía, me dijo en una discusión muy fuerte que tuve con él, que el problema no eran los tribunales y el funcionamiento de los mismos sino que "el pecado" estaba en los opositores, en los aspirantes a ingresar en la administración, puesto que eran ellos los que presionaban a los miembros del Tribunal.
Que su mesa estaba llena de "papelitos" con recomendados y que se caían al suelo de tantos que habían.
ResponderEliminarNo hay que rendirse nunca.
Aún recuerdo cuando el asesor del concejal de Policía entonces, que luego fue concejal de Policía, me dijo en una discusión muy fuerte que tuve con él, que el problema no eran los tribunales y el funcionamiento de los mismos sino que "el pecado" estaba en los opositores, en los aspirantes a ingresar en la administración, puesto que eran ellos los que presionaban a los miembros del Tribunal.
Que su mesa estaba llena de "papelitos" con recomendados y que se caían al suelo de tantos que habían.