Nueva Comisión de Coordinación de Policía Local: patras, patras, patras...

Por Julio Conesa

He recibido la información sobre la primera reunión de la Comisión de Coordinación de la nueva legislatura. Una Generalitat de coalición PP-VOX, en la que la responsabilidad sobre seguridad y emergencias ha recaido sobre los correligionarios de Abascal.

Vaya por delante que este artículo solo pretende mostrar mi opinión personal. Habrá quien la comparta al 100% y quien no llegue ni al 50%. La verdad es que lo leido no me ha sorprendido mucho. Era de esperar que como en tantas otras cosas vengan con la motosierra de su amigo Milei. Al tiempo.

Pero algo de positivo va a tener la experiencia. Cuanto más descarada sea la postura de los gestores de la seguridad más abriran los ojos quienes pensaban que no se puede estar peor.

Empecemos por el principio.

A la vista de lo que dice la nota informativa de los representantes de CCOO en la Comisión, la Consellera llego con buenas palabras, animó a los presentes a trabajar y se marchó. Nada extraño por otra parte. Yo no recuerdo a ningún responsable máximo de la Conselleria que se haya remangado hasta el punto de tomar las riendas, normalmente lo dejan en manos de su director general, secretario autonómico, o la figura administrativa que corresponda en cada momento (siempre hombres, por supuesto).

La primera intervención antes de que se marchara la Consellera, la asumió el representante de CCOO ante el silencio de los demás, recordando la falta de recursos humanos en la Agencia y el IVASPE y reclamando la puesta en marcha de todas las normas de desarrollo de la Ley 17/17 que dedaron pendientes de la legislatura anterior.

Después la reunión quedó en manos del Secretario autonómico y Director general de la Agencia Valenciana de Seguridad y Respuesta a las Emergencias (el supuesto chiringuito que tenían que cerrar).

La sesión se movió entre la propuesta de modificación de la Ley 17/17 de los jefes de policía presentes en la Comisión (Burjassot, Peñíscola y Onda) a los que ademas cedió turno de palabras el SPPLB, la necesidad de liberar el nombramiento de internos para el verano y la intervención de los alcaldes y alcaldesas sobre la fuga de personal de policía de municipios pequeños tras formarlos y la falta de miembros y escasa presencia de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en sus municipios, o la alcaldesa de Santa Pola exponiendo la improcedencia de impartir cursos en periodos estivales, y la decisión personal tomada respecto a que ella “quiere saber quién entra” de policía en su municipio, por lo que no está conforme con la centralización y realización de pruebas de selección de personal aspirante a las plazas de agente PL en el IVASPE.

En un momento dado el SPPLB pide derogación completa de la Ley 17/17 (por cuanto dice que no participó en su elaboración). Y yo digo: ¿como pueden tener esa desfachatez? ellos participaron de todas las sesiones de negociación, incluso en el final de la misma asumieron una propuesta de puntos mínimos junto con CCOO, UGT y CSIF que se presentó en la negociación como decisión final que fue asumida por la Agencia. Y luego se descolgaron. Pero lo que no pueden decir es que NO negociaron. Otra cosa es que no saliera la Ley que ellos hubieran querido. Toma ni nosotros tampoco. Pero negociar implica que algo quedará para mas adelante. Podéis ver esta nota de 2017 en que se ve la postura final del SPPLB: AQUÍ

Por lo visto no parecen haberse superado los viejos esquema por eso el representante de CCOO explica  los beneficios de la Ley 17/17, y argumenta que, tal como se advirtió nada más entró en vigor (enero de 2018) que la falta de desarrollo de los decreto y diferente normativa que cuelgan de la Ley, llevaría a ésta al fracaso, y así está sucediendo.

Y dirigiéndose a alcaldes y alcaldesas presentes, les indica que la solución a los problemas que han planteado en esta Comisión están en la propia Ley de Coordinación, a falta de desarrollo, la Ley prevé la realización de servicios policiales en convenios intermunicipales, y prestación puntual de servicios de personal de policía en comisión, cuando presenten sobrecarga de servicios en circunstancias puntuales, o en determinadas épocas del año (Capítulo III de la Ley de Coordinación). Fórmula que utilizan con éxito otras Comunidades autónomas costeras, también con incrementos poblacionales estivales como Andalucía o Murcia. Del mismo modo, son informados que la Ley contempla la constitución de un Cuerpo Único de Policía Autonómica con base en las Policías Locales (Disp. Adicional 3a), cuyos integrantes, llegarían allí donde actualmente la GC no lo hace. 

Así pues, en mi opinión, hay que seguir reclamando el desarrollo negociado de la Ley, decretos y ordenes que no se ha llevado a término.

  

Defender la profesión

Por Julio Conesa

 

En los años ochenta, las nuevas promociones de policía local que entraron en los ayuntamientos, se encontraron con una realidad que pedía a gritos un cambio radical en las formas y los métodos, en los medios y en la mentalidad. Y en ello nos empeñamos.

 

Se trataba, no solo de conquistar unas condiciones de trabajo mejores (aún funcionaban los esquemas del autoritarismo militar-franquista), sino de ganar la consideración de la policía local como el servicio de seguridad municipal imprescindible para ayudar a la convivencia ciudadana. Y en ello coincidimos con la inmensa mayoría de los cargos políticos que asumieron ese mismo compromiso: profesionalizar las policías locales.

 

Había que conseguir la consideración de “agentes de la autoridad” (hoy suena extraño por evidente), había que trabajar por unificar criterios, uniformidad y coordinación puesto que cada ayuntamiento era un mundo y faltaba una imagen común y homogénea. Y se avanzó bastante en los años noventa.

 

Pero han pasado los años, las promociones, los cargos políticos y la realidad de nuestra sociedad cambiante exige proyectos de futuro, adaptar los cuerpos de policía local para mejorar en eficacia y eficiencia.

 

Sin embargo, observo como vuelven las viejas prácticas. Durante años trabajando por conseguir una visión de policía integran, intentando asumir todo aquello que implique seguridad, evitando la dispersión de servicios y competencias, buscando la generación de nuevos escenarios de coordinación y colaboración entre servicios implicados y entre municipios y ahora veo que se vuelve a caer en los mismos errores.

 

La vuelta a la solución “expeditiva” (dicen policial), en lugar de interacción con la ciudadanía, en lugar de vertebrar un sistema de imbricación seguridad local-movimiento vecinal-asociacionismo cívico.

 

Y en este marco escuchamos viejas decisiones ya caducas. Y ello solo puede deberse a la falta de un proyecto de profesionalización profunda de los cuerpos de policía local.

 

Se sigue incrementando la temporalidad y precariedad de las plantillas a pesar de las advertencias de la Unión Europea. Se sigue sin abordar la planificación de manera adecuada la formación, de la selección, de la promoción, dejándolo en manos de intereses particulares en cada momento. Continúa sin asumirse (ahora más que nunca) la responsabilidad autonómica de dirigir, armonizar, coordinar, unificar la seguridad pública, imbuidos como están de que es una patata caliente y es mejor dejarlo en manos del Gobierno de España.

 

La defensa de la profesión exige que las nuevas generaciones (promociones) de policía local asuman su responsabilidad definan proyectos, no solo en materia laboral y condiciones de trabajo, también en de esperanza en un futuro que nos permita crecer, ganar la confianza de la ciudadanía en un servicio público cada día mejor.

 

Debemos defender la condición de operadores esenciales, jurídicos y sociales de primer orden. Y ello exige compromiso, propuestas, planificación y respeto.