El día 21/11/ 2022, mediante la Orden O522022, se creó una flamante unidad dentro de la Policía Local de Valencia, “La UPIC”.
La misma, compuesta por más de 180 agentes; en su abrumadora mayoría pertenecientes a la última promoción, viene a consolidarse como un grupo a caballo entre la conocida como “policía de barrio” y los “patrulleros”. Esta especie de híbrido, en la operativa policial diaria se viene repartiendo desde hace aproximadamente un año una miscelánea de tareas entre las que se destaca el patrullaje a pie por zonas conflictivas y, la realización de puntos de tráfico estáticos en diversos puntos de la ciudad. No obstante, estos compañeros/as también vienen realizando una multiplicidad de servicios que pertenecerían a los “patrulleros” y que la Sala
Polo-092 encomienda sin tapujos a esta unidad que, a priori, es de proximidad.
Como ya denunció este sindicato, se tratan, a todas luces, de patrullas estancas en las que se significa la nula interacción con otros compañeros, por ejemplo, de patrullas, hecho que creemos que frena el crecimiento profesional de estas nuevas incorporaciones, pudiéndose producir dentro de la compleja casuística la coincidencia en un componente policial de dos compañeros de UPIC de nueva incorporación que nunca antes habían trabajado de policía. Asimismo, también se destaca, el férreo control que se establece sobre sus componentes a la hora de realizar los puntos de tráfico y las vigilancias a pie, tareas que copan la gran mayoría de su desempeño laboral. Un desempeño, que está totalmente fiscalizado y controlado por la Sala 0-92, donde se ha de respetar el estricto cumplimiento de horarios si no se quiere un tirón de orejas por emisora ante la perplejidad del resto de compañeros los cuales no entienden de este absurdo.
Así las cosas, hoy CC.OO, plantea otra cuestión a colación con las anteriores líneas. Y es que, la coyuntura actual respecto al conflicto Israel-Hamás y su, insoslayable repercusión en territorio español, demanda un análisis profundo de los hechos.
Así pues, el discurso terrorista yihadista durante los últimos días está pronunciando un llamamiento a la violencia en toda Europa, hecho que ya se ha cristalizado con varios episodios mortales en China, Francia y, recientemente en Bélgica. Toda esta concatenación de hechos acentuadas, por descontado, con un matiz ideológico- religioso fundamentado en el islamismo radical.
Por tal motivación, se reúne en sesión extraordinaria, la Mesa de Evaluación de Amenaza Terrorista, la cual decide instaurar un nivel de alerta terrorista reforzado del que ya se ostentaba (Nivel 4 riesgo alto). Por tal motivo, se alude a que los miembros de las FCS han de extremar las medidas de autoprotección ante posibles atentados terroristas. En esta misma línea, la PLV, ya se pronunciaría al respecto realizando recordatorios respecto a la Instrucción I022023 31/01/2023 de “RECORDATORIO DE MEDIDAS DE PROTECCIÓN”, las cuales vienen a tratar de arrojar algo de luz respecto a lo que las prevenciones y medidas de autoprotección se refiere. Del mismo modo, y, en esta ocasión como consecuencia de la atentando de corte yihadista acaecido en Barcelona, año 2017, se refresca la Orden del Cuerpo. 18/09/2017 de “Medidas de autoprotección”, en la cuales se enclava la obligatoriedad de uso del chaleco balístico en aglomeraciones. Todo ello fundamentado en la INSTRUCCIÓN N.º 6/2017, de la Secretaría de Estado de Seguridad en cuestión de materias de autoprotección, así como en criterios de actuación ante un atentado terrorista. Tal y como reza esta instrucción, los servicios de protección estáticos suponen un potencial objetivo ante un ataque terrorista, por ende, se recomienda complementarlos con el patrullaje dinámico.
Dentro de este panorama incierto de alarma mundial, la UPIC, ajena a la realidad, continúa paradójicamente exponiéndose diariamente en los puntos de tráfico. Puntos que, recordemos, suelen tener una durabilidad entre 1-2h y dónde estas nuevas incorporaciones, suelen insertarse de manera totalmente estática en vías principales de la ciudad. Calles y avenidas donde diariamente pasan miles de personas y que seguramente ya se hayan percatado de las rutinas y liturgias habituales de estos agentes de proximidad. Y es que, dichos puntos, siempre son los mismos, un hecho totalmente inadmisible y en contra de lo que las anteriores referidas medidas de autoprotección se refieren; recordemos que la previsibilidad es uno de los primeros factores a tener en cuenta en cuanto a las medidas de autoprotección se refiere. Por si no fuera lo suficientemente grave, los componentes de UPIC quedan obligados a realizar los puntos con el chaleco amarillo, una herramienta útil a la hora de aumentar la visibilidad en labores de tráfico, no obstante, una herramienta que puede facilitar la operativa terrorista contra los agentes al indicar claramente la posición para le ejecución de actos violentos.
Además, estos compañeros/as quedan obligados a realizar los puntos en binomio, pero, obligatoriamente separados (aproximadamente a 10m uno del otro), hecho que dificultaría una respuesta eficaz ante el ataque terrorista contra el otro componente.
No hay que ser un experto en terrorismo yihadista para entender del peligro que supone esta reiterada exposición de los compañeros de UPIC. Compañeros/as por igual pero olvidados por los responsables de trazar las líneas estratégicas en situaciones de la magnitud actual.
(ARTICULO REALIZADO TRAS OPINIONES DE COMPONENTES DE LA UPIC)
